Claudia GR Moneo (Jerez, 1994) se define a sí misma como creativa andaluza y nieta de la Rosa Moneo. Despierta y de presencia cálida y espabilá, Claudia es de estas personas a las que se le ve en los ojos lo lista que es “la joía”. Tiene tanto talento que lo expresa de muchas formas. El periodismo y la ilustración son algunas de ellas. Su exposición Hasta el toto recoge ilustraciones de obras de arte conocidas a las que ella da un giro pensándolas desde situaciones y frases actuales. Todas ellas reflejan el hartazgo de tantas y tanta mujeres sometidas a la androcéntrica mirada histórica. Hoy nos acercamos un poquito más a esta faceta artística de Claudia tan impregnada de feminismos gitano andaluces que ella cataliza en su persona como nadie.
P. ¿Por qué haces ilustraciones? ¿Qué te mueve a hacerlo?
R.Me influyeron mucho ilustradoras como Flavita Banana, Monstruo Espagueti, Agustina Guerrero… Siempre había dibujado retratos de actores. No sé por qué. Quizá porque me encanta el cine y algunos actores en sí. Y digo actores porque realmente solo dibujaba hombres. Pa’ qué te voy a mentí. Y siempre los hacía a boli negro o azul bic. No salía de ahí.
Hasta que un día decidí intentar hacer algo parecido a lo que dibuja Flavita, pero claro… ¿en qué me fijo? No soy una ilustradora como tal. Eso me viene muy grande. No tengo capacidad de dibujar lo que imagino. Más bien dibujo lo que puedo ver. Lo elijo, lo observo y empiezo a interpretar.
Cuando me lo propuse, decidí dibujar a La Gioconda, pero porque en el telediario estaban hablando del misticismo que encierra esta obra. Había muchas conjeturas, muchas versiones, leyendas… Y me vino la frase: “Todos me juzgan pero nadie me pregunta”. La frase vino antes que el dibujo, así que eso me motivó a dibujarlo… a mi manera.
Decidí hacer un obra minimalista, con poco detalle. Que se reconociera el cuadro, sí, pero que tuviera más peso el mensaje… Así empecé. Y tras cuatro años dibujando obras pictóricas, hoy me mueve seguir reflexionando sobre lo personal, sobre cómo el patriarcado nos condiciona a todo el mundo…
A día de hoy, de las ilustraciones que hago, las que tienen más fuerza son las que dan ese mensaje feminista. El ir más allá. No sé, el mensaje que incomoda. Me gusta incomodar, jaja.
P. Si tuvieras que hacer una pequeña sinopsis de tu trabajo, ¿cuál sería?
R. Mi trabajo es subversivo. Va contra lo establecido, contra los roles de género, las agresiones sexuales y el acoso. Promueve la libertad sexual y mucha sororidad. Pero también busca sacar la carcajada. Echarse unas risas y provocar.
En mis obras hay dos patas: el feminismo y el andalucismo. En algunas ilustraciones se encuentran ambas, pero en otras solo aparece la idiosincrasia andaluza, o solo un mensaje feminista sin acento. Pero a mí me gusta jugar con ambas. Y cuando consigo mezclarlas es una putísima maravilla.