+20 Transgresoras andaluzas
Las mujeres andaluzas han sido dibujadas en el imaginario colectivo del estado español desde el servilismo. Éramos las sirvientas de cada serie de televisión y todavía hay quien se revira cuando el acento andaluz aparece en espacios de poder o cuando es usado por otro tipo de personajes.
“Para ser andaluza eres más educada que yo” fue el comentario que el socialista Odón Elorza dedicó hace poco a la diputada gaditana de Podemos Noelia Vera. Si esperar que quienes hacen estos comentarios tengan la altura humana de las mujeres que limpian sus casas a las que, también aquí, homenajeamos; sirva este post para reivindicar el acceso de todo un pueblo a un sentimiento al que no está acostumbrado: el orgullo hacia su propia historia e identidad colectiva. Un orgullo que históricamente le ha sido negado.
La razón de este post es que ya me han preguntado muchas veces sobre mujeres andaluzas “importantes”. A mí me gusta revisar por qué sólo se considera importante lo que tradicionalmente se ha asociado a valores masculinos. Por ello, siempre he preferido centrar el discurso en aquellas y aquelles que la sociedad consideró que no valían ná. Me parece más rico, más cuestionador y más incómodo… Hacer un listado de mujeres andaluzas relevantes olvidando a las anónimas me parece imitar los mismos baremos clasistas y reduccionistas que quitan voz a tanta gente. Sin embargo, también creo que muchas nos abrieron el camino aunque hubieran otras que limpiaran sus casas, cosieran sus banderas revolucionarias o peinaran sus melenas. Ésas otras nos abrieron todos los caminos.
Por Orden Alfabético
AGUSTINA GONZÁLEZ LÓPEZ. La escritora futurista. Granaína de los años 30. Agustina González López, fue una innovadora y creativa escritora, artista y pensadora de la Generación del 27, también política de la Granada de entreguerras que publicó, entre otros, este libro llamado Idearium futurismo, en el que defendía una forma más económica de escribir parecida a la que actualmente usamos en nuestros mensajes de texto por whatsapp o sms. Agustina, además, se vestía con ropajes tradicionalmente masculinos para salir de noche. Formó su propio partido, fue llamada “loca” por su transgresiones y, finalmente, fue fusilada por el mismo fascismo que acabó con su compatriota Lorca. Escribimos sobre ella en este artículo.
ANA CARMONA. NITA, LA VELETA. Se infiltró en los equipos masculinos para jugar al fútbol. La llamaban Veleta y era malagueña. Nacida en 1908 fue probablemente la primera mujer en jugar al fútbol en un equipo del estado español. También para poder hacerlo se tenía que hacer pasar por varón. Para ello, se ajustaba el atuendo con ayuda y complicidad de su abuela costurera. Sobre ella, este artículo.
ANA ORANTES. Cúllar Vega (Granada). Una mujer valiente que en 1997 fue clave en conseguir una mayor visibilización de la violencia machista. Gracias a su testimonio en televisión cambió el tratamiento de la violencia de género en el estado español. Hasta entonces, los asesinatos machistas se englobaban dentro del concepto “parricidio”. No fue hasta su caso cuando se activaron todas las alarmas. Evidentemente esto surgió después del doloroso asesinato con saña de la granaína. Sin su gesto valiente de contar su historia, ninguno de los cambios legislativos actuales hubiera sido posible. No fueron sus palabras las que la llevaron a la muerte: fue el machismo. Su testimonio completo aquí.
BEATRIZ CIENFUEGOS. Cádiz s.XVIII. A ver… Poco se sabe de su existencia. De hecho se ha llegado a decir que Beatriz Cienfuegos fue en realidad un cura que se escondía tras esa firma para criticar la moral de la sociedad gaditana de entonces pero, ¿hasta qué punto la moral de entonces no entendía que las mujeres también podían escribir desde una crítica tan feroz como se hizo bajo La Pensadora Gaditana? Fue considerada una pionera del periodismo en el estado español al lanzar la primera publicación periódica escrita por una mujer. La publicación se llamaba, como os hemos comentado, La pensadora gaditana y se publicó como reacción a El Pensador de Clavijo y Fajardo. Cienfuegos publicaba sus ideas en forma de pensamientos representando un nuevo ideal de mujer que “piensa con reflexión, amonesta con madurez y critica con chiste”. Merece la pena leer las publicaciones. Tiene partes realmente cómicas. Para muestra, un botón: “Mi inclinación es la libertad de una vida sin la sujeción penosa del matrimonio, ni la esclavitud vitalicia de un encierro. Escucho naufragios sin arriesgar mi hacienda; miro pérdidas con resguardo de mis intereses; diviso escarmientos sin dolor propio; oigo a los hombres sin atenderlos; tal vez les respondo sin creerlos; y alguna vez he pensado en engañarlos, por desquitar en algo los muchos fraudes con que nos burlan; pero el temor de no exponerme a ser objeto de sus malditas lenguas, me hace contener en los límites del decoro amable, por no arriesgar en un punto la opinión, que ésta una vez perdida, tarde se restaura”. Arsa… Sobre La Pensadora, hemos publicado este artículo.
CÁNDIDA VILLAR. Y muchas otras andaluzas trabajadoras del hogar. La vida de esta mujer de Martos, Jaén, fue relatada en la novela Cuando Dios aprieta, ahoga pero bien. Cándida, memorias de una asistenta. El hijo de la familia para la que trabajaba de interna en Madrid fue quien decidió contar su historia. Después vino una película que ella protagonizó. Su fama fue tal que acabó siendo locutora de radio en el programa de humor Gomaespuma en el que hacía críticas de cine. El libro, aunque en clave de humor, narra una historia tremendamente triste, consecuencia de la pobreza que padecieron muchas mujeres andaluzas que tuvieron que salir de su tierra para trabajar de internas en ciudades como Madrid o Barcelona. RESILIENCIA.
CARMEN DE BURGOS Y SEGUÍ. Almería. Más conocida por su apodo “Colombine”. Carmen de Burgos viajó escondida en un barco mercante hacia Melilla para poder hacer sus crónicas de guerra desde allí, libre de la censura militar aplicada a los medios de comunicación durante la Guerra de Marruecos. Todo ello además, sin que el medio para el que trabajaba estuviera al tanto. Es uno de los episodios que da a entender el carácter sin igual de esta almeriense, que fue la primera en muchas cosas: primera mujer periodista en España (1903) con una columna diaria en el Diario Universal; una de las primeras mujeres en divorciarse en el s.XIX (escribió el libro El divorcio en España); y primera mujer reportera de guerra en el estado español al relatar la guerra de Marruecos en el Heraldo de Madrid y en El Cuento Semanal de Madrid. Hay que decir que sus crónicas en el Marruecos postcolonial la redactaba desde una visión bastante colonialista. Su opinión sobre las mujeres marroquíes así lo confirmaban. Todo ello respondía a su visión de igualdad basada en “europeizar España”. Lo contaba Pikara en este artículo.
CIGARRERAS. En Andalucía estuvieron principalmente en Sevilla y Cádiz. Inauguraron el movimiento obrero femenino en un país que por ser mujeres con bajos recursos les daba la espalda.Crearon las primeras Hermandades de Socorro Mutuo y consiguieron las primeras guarderías, escuelas y salas de lactancia dentro de sus fábricas. Juana, que trabajó como cigarrera en Sevilla contaba en un reportaje sobre la fábrica que “a las cigarreras lo que les pasaba es que no se cortaban por nada. Si llegaba alguno y le echaba algún piropo o algo, en vez de darle vergüenza o sé tímida, esa es que le contestaba”. La cigarrera más famosa fue la trianera gitana Carmen cuya vida fue llevada a novela por Mérimée. Trabajó para la Real Fábrica de Tabacos y no se sabe cuánto hay de mito y de verdad en su existencia. Con todo -y lejos de los estereotipos de quienes miran con ojos extranjeros- su personaje representa el carácter fuerte y libre que parecían tener estas trabajadoras. En las versiones más controvertidas de la obra, Carmen es la que acaba matando a su agresor y no al contrario: como se narra en la obra original.
CRISTINA ORTIZ (LA VENENO). ¡Tan grande! ¡Tan irreverente! ¡Tan sin pelos en la lengua! Tan enemiga de las apariencias que lo único que siempre quiso fue luchar contra un teatro que quería dividirla en dos. La Veneno fue algo más que un icono trans. Su autenticidad traspasaba todas las pantallas y su presencia con poderío dejaba claro que ella era una mujer visible. La mujer trans más irreverente era almeriense. Y eso formaba parte ineludible de su personalidad.
FLAMENCAS. Bailaoras, cantaoras, tocaoras… Difícil aglutinarlas en un sólo término. Sus taconazos, lunares y sus quejíos difundieron un lenguaje que iba más allá de las palabras y que representó en sus orígenes el lamento del pueblo andalusí gitano y morisco perseguido por el discurso (el del nacional-católico) que se impuso en Andalucía a base de expulsión, violencia y represión.
Parte de la historia andaluza se puede contar a través del flamenco. Aquí queremos hacer simplemente una breve reseña porque las mujeres flamencas fueron pioneras y defensoras de muchas libertades. Sus taconazos y la libertad de sus faldas y sus lunares llegaron antes que muchos libros, que muchos derechos, que muchos discursos. Sus cantes, bailes y son y serán un legado, una reivindicación y un discurso que no siempre sabemos ver.
También mencionamos a las tocaoras de la guitarra flamenca. Tan invisibilizadas…
FOLCLÓRICAS. Denostadas por la “cultura del buen gusto”. Sin embargo, ni un solo hombre les hizo sombra artísticamente hablando a estas grandes creadoras, intérpretes, actrices… Sus éxitos profesionales les permitieron, a pesar de sus humildes orígenes, viajar por todo el mundo, conocer otras realidades, casarse y divorciarse y volverse a casar (a veces, con la misma persona), y lograr una inestimable independencia económica; esquivando, en todo momento, la mojigatería y la represión que pesaba entonces sobre las mujeres españolas y, mucho más en términos morales, sobre las andaluzas. La Cantante, Clara Montes, declaró en un reportaje dedicado a la copla que “este género nació en la República y una de las grandes coplas fue Rocío, Rocío; considerada un himno para el bando republicano”. El tema La Diputada, cantado por la sevillana Amalia Molina en 1932, es un claro ejemplo. Con afirmaciones como “llegó la hora de feminismo” o “¡viva el divorcio!”, la canción incluía incluso una referencia a la política Victoria Klent de la que también hablaremos aquí. Todo en este artículo pikaro.
GATA CATTANA. Ana Isabel García Llorente, rapera, poeta y politóloga de Adamuz, Córdoba. Muy presente por su reciente muerte y por sus increíbles letras cargadas de mensajes feministas y contra la andaluzofobia. Ella y su trayectoria se pueden definir en una palabra: ÚNICA. Hay que reconocerle la contundencia de unas letras que pusieron de forma pionera colocaron en el mundo del rap feminista la cuestión territorial. La letra de Tientos describe cómo vivió ella la cuestión andaluza: “Huye de aquí o te llevas la de Tuvia, se te notan todavía los palos que no te dieron, torero, relaja esa postura, ahórrate los aires de entendío cuando hables de mi cultura. Fuera de tópicos, basura que os inculcan, habrase visto andaluza más culta.
JORNALERAS. Las cabras montesas de Gilena o las jornalera de Marinaleda cuyas vidas se relata en el libro Lo dieron todo. Las luchas de Marinaleda; son dos ejemplos clave para entender el papel y la lucha de las mujeres en el campo andaluz; sometidas a una doble jornada y sin acceso al derecho de propiedad de las tierras en igualdad de condiciones.
El feminismo andaluz no se entiende sin la lucha de las jornaleras teniendo en cuenta que el 54,92 % de la población andaluza reside y vive en municipios rurales, siendo el 49,82% de la población rural mujeres.
En la foto, las mujeres de Marinaleda.
JOSEFA DURÁN. PEPITA DE OLIVA. Bailarina malagueña y gitana conocida como “La Estrella de Andalucía”. Abuela de Vita Sackville-West que le dedicó el libro “Pepita”: “Tengo dos fotografías de esta última que muestran claramente lo hermosa que debió ser; hermosa de facciones y expresión, no solo bonita, aunque se trate de viejas fotografías desvaídas tomadas en Arcachón en torno a 1870″.
Josefa Durán (Pepita de Oliva) fue una bailaora malagueña que se ganó los escenarios de la Europa del XIX. Nació en una humilde familia andaluza. Bajo el nombre de “La estrella de Andalucía” dio sus primeros pasos artísticos de la mano de su maestro, Juan de Oliva, con quien contrajo matrimonio. Su fama fue tal que el periodismo de aquella época contaba que, tras sus actuaciones, era muy difícil proteger a Durán debido a las contundentes muestras de cariño de sus admiradorxs. A esta actitud sin igual se le bautizó incluso bajo el nombre de “delirium Pepitatorium”. Y no fue pionera solo en eso. La bailaora solía llevar un peculiar pantalón en sus presentaciones que, todavía hoy, se conoce en la sociedad checa como “pepitahosen”.
Parte de su historia y su relación con Vita y Virginia Woolf en el artículo “A los alrededores de Vita”.
JUANA MARTÍN MANZANO. Diseñadora de moda especializada en trajes de flamenca, novia y pret-a-porter, gitana y cordobesa y primera en muchas cosas. Su debut en la Pasarela Cibeles fue el primero de una mujer andaluza como diseñadora y obtuvo un gran éxito y reconocimiento.
LAS “ROSAS” ANDALUZAS. Todas las mujeres fusiladas tras el golpe de estado de 1936. Recordamos a las 27 fusiladas, por ejemplo, en Fuentes de Andalucía, Sevilla, a manos del fascismo. Entres ellas, sirvientas, costureras, amas de casa y jornaleras. Su delito, ser simpatizantes de los partidos de izquierdas (a veces lo eran sus familiares y maridos) y ser mujeres. Entre las fusiladas, muchas se vieron sometidas a torturas machista antes de ser ejecutadas. Es el caso de las “Niñas de Aguaucho”. Recordamos también el caso de la María Silva Cruz “María La Libertaria” (Casas Viejas, Cádiz). Una anarquista que pudo escapar de los trágicos Sucesos de Casas Viejas. Fue encarcelada en Medina Sidonia y fusilada en la laguna de la Janda el 24 de agosto de 1936. Federica Montseny escribió sobre ella: “Tal como es llena de poesía y tragedia, penetra en la inmortalidad. Es la encarnación y el símbolo del martirio de España. Mariana de Pineda representa un momento de la conciencia y de la vida española. María Silva es la voz, la carne sangrante de un pueblo crucificado”.
MAR CAMBROLLÉ JURADO. Sevillana, activista y luchadora por los derechos y las libertades durante los últimos años del Franquismo. Lideró el movimiento por la liberación homosexual en Andalucía y hoy lidera la lucha trans también en Andalucía. Mar es Presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucia-Sylvia Rivera e impulsora de la Ley Trans Andaluza. En el primer orgullo provincial gaditano gritó desde el balcón del Ayuntamiento: “Si no le gusta tu pluma, ¡clávasela!”.
MALA RODRÍGUEZ. María Rodríguez Garrido. Una de las raperas más conocidas internacionalmente. Jerezana, de padre gitano y madre paya, ha destacado por su libertad y descargo sobre el escenario y por letras que habla de las mujeres desde el poderío y bajo escasos cánones morales. En Quién manda aquí afirma: “Y si ya tengo el agua que me da la lluvia, si conozco lo grande que me da el cielo, si ya tengo lo oscuro que me da la noche, si entiendo lo que pasa cuando arde el fuego. Si se abren los caminos cuando hay estrellas, si puedo vivir con lo que cae al suelo. Si no me falta la esperanza gracias a la mañana… Yo no necesito poder”.
MADRES. Detrás de la figura de muchas madres hay todo un universo político de valores para la construcción de un mundo con menos egos, más ternura, más comunidad, empatía, más cuidados… El paso del “pienso, luego existes” al “siento, luego existes”. Cuando entendamos, por ejemplo, que un libro de recetas es un ejemplo vivo de la transmisión de la memoria que nos han negado en Andalucía, sabremos qué papel han jugado estas mujeres que no se limitaron a ser cumplidoras de un rol impuesto. Okupas, revolucionarias, luchadoras… Recuerdo a Aysha Elmortada, Milaros Arzúa o Inmaculada Michinina. Hablamos de todas ellas en “La revolución de la hierbabuena”.
MARIANA PINEDA. Granada, 1804. Todo un emblema de la causa liberal en el s. XIX. Fue ejecutada durante la restauración de Fernando VII tras haber sido denunciada por haber bordado en una bandera la leyenda “Ley, Libertad, Igualdad” y por “conspiración liberal”. Pineda, tras la nueva restauración del absolutismo, se adhirió a la causa liberal y acogió en su casa a liberados perseguidos. Al negarse Pineda a delatar a sus supuestos cómplices, se decretó su ingreso en prisión y fue condenada a morir a garrote vil a pesar de las protestas del pueblo. La sentencia se ejecutó en el Campo del Triunfo de Granada, mientras la bandera que supuestamente había bordado era quemada. Mariana Pineda se convirtió pronto en heroína y mártir de la causa liberal, hasta el punto de inspirar numerosas obras. Según Carlos Serrano, las condiciones en que se encontró la bandera en casa de Mariana hacen sospechar que la introdujo en ella algún agente manipulado por la policía. Una bandera que, por cierto, no bordó ella sino una bordadora del Albaicín a quien ella, supuestamente también, había encomendado el trabajo y que fue obligada a dejar la bandera en su domicilio.
MARÍA ZAMBRANO. Málaga. Se la considera la ideóloga de la Generación del 27. Pensadora, filósofa y ensayista. Imposible definir aquí toda su obra. No fue reconocida hasta sus 77 años, después de vivir un largo exilio del estado español. Se le concedió Premio Príncipe de Asturias en 1981 y el Premio Cervantes en 1988. Entre sus frases: “Es posible llegar a destruir un orden y establecer otro, con la consiguiente aureola revolucionaria, en nombre de una tendencia conservadora”.
POETAS. Ángeles Mora, Ana Rosetti, Aurora Luque, Josefa Parra, Miriam Palma, Julia Uceda, Pilar Pas Pasamar, Olalla Castro, María Victoria Atencia, Rocío Hernández Triano, Sala Castelar, Carmen Camacho, Lola Crespo, María Ruiz Faro, Lara Moreno, Beatriz Ros, María Ramos, Alejandra Vanessa… Difícil definir la poesía en una tierra donde la poesía es cantada, transformada, convertida en copla, comparsa, chirigota callejera… Entre las poetsa que están usando otros formatos- entre ellos las Redes Sociales- y cuyas letras hacen alusión a cuestiones feministas, destaca quizás Noelia Morgana. ¿Recordáis su vídeo “No llevo sujetador, no me da la gana“? Por otra parte, el grupo de poesía experimental Musaka sorprende por lo novedoso de su apuesta y la calidad de su sonido y sus letras. “Ruido y poesía rasgan los límites del desagrado en búsqueda de la adicción auditiva, irracional y perversa”. Se basan en la improvisación para demostrar en vivo interacciones electrónicas, integradas con el arte audiovisual y plástico. Verlas en directo es un viaje interestelar.
REMEDIOS ZAFRA. La entrevistamos hace muy poco en Pikara ya que acaba de recibir el Premio Anagrama de ensayo por su obra “El entusiasmo, Precariedad y trabajo creativo en la era digital”. Escritora e investigadora, especializada en arte y feminismo y en ciberfeminismo. Uno de los mayores referentes del ciberfeminismo en estado español y fuera del mismo. Cordobesa y capaz de poner un espejo al sentir y el funcionamiento de la sociedad en la que vivimos. Al detalle…
TERE PEÑA. De Lebrija, Sevilla. Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez por su enorme labor de difusión del cante gitano más profundo gracias a su programa “Temple y Pureza”. Periodista gitana ganadora de un premio Grammy de la música en 2002 por la producción de la obra “Mis 70 años con el cante”, de Chocolate.
VICTORIA KENT. Recordada como “la mala del cuento” por haberse enfrentado en un debate contra Clara Campoamor y en contra del sufragio femenino en la Segunda Repúblico. Lo que pasó, ya lo sabéis. Ganó Campoamor. Kent no quería el voto para las mujeres porque seguía una opinión muy extendida entonces que era la de que las mujeres votarían a la derecha. Aunque sus posturas quedaron enfrentadas en ese momento, ambas eran amigas y compañeras.
Victoria Kent consiguió un asiento con el Partido Republicano Radical Socialista, por Jaén. En esos años, las mujeres podían ser elegidas, pero no electoras. Era abogada y fue la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogades de Madrid en 1925. También la primera mujer del mundo que ejerció como abogada ante un tribunal militar. Era malagueña. Ella, Clara Campoamor y Margarita Nelken, fueron las tres únicas mujeres que tuvieron un sitio en el Parlamento en aquellos entonces.